Casa de campo singular, que comenzó a construir su propietario, Francisco González Grajera, en 1989 y aún esta inacabada. Está realizado a base de mampostería de piedra caliza, mortero de cemento y ladrillo, revestido por tesela de azulejos de colores, que recuerdan a las construcciones de Gaudí. Durante años, Francisco ha configurado un juego de formas curvas orgánicas con figura ornamentales de formas vegetales, de animales, cabezas humanas, etc. En su interior se organiza todas las estancias propias de una casa y al exterior encontramos otras construcciones que responden al mismo estilo, estanque con cascadas, taller de objetos de mármol, fuentes, etc.