Iglesia con planta de cruz latina en la que están presente tres estilos artísticos: gótico-mudéjar, hispano-flamenco y renacentista. Se diferencian tres fases en su construcción. A los pies, una torre de estilo mudéjar construida en el siglo XV. La nave central dividida en tres tramos cubiertos con bóvedas de crucería y en la que se abren tres capillas que corresponden al gótico tardío del siglo XVI. Y un amplio crucero y cabecera con ábside poligonal de estilo renacentista de finales del siglo XVI. Junto al altar, en el lado del evangelio llama especialmente la atención la portada de la sacristía, con decoración plateresca, formada por tres cuerpos: un arco carpanel decorado con motivos geométricos y flanqueados con dos columnas cilíndricas, un friso corrido decorado con dos leones que sostiene un escudo con las llaves de San Pedro y un frontón en cuyo tímpano este labrado el escudo de la orden de Santiago.
Hay que destacar el retablo mayor de estilo barroco de la primera mitad del siglo XVIII. Consta de banco y dos cuerpos que se adaptan al testero de la iglesia, dividido en tres calles y ático triple.