Fue el centro comercial y artesanal de Zafra desde el siglo XV. Es una plaza porticada en tres de sus lados, con arcadas de medio punto orebajados que apoyan en columnas de mármol y pilastras de granito de diversos estilos. En el único lado no porticado de la plaza está el edificio que hasta el siglo XIX alojó las Casas Consistoriales. Aunque reformado en el siglo XVIII, la fachada tiene detalles platerescos. La plaza se comunica con otra plaza contigua, la Grande, a través del Arquillo del Pan, donde está la más famosa de sus columnas, que tiene tallada en el fuste una vara de medir, utilizada por los comerciantes que se instalaban en la plaza.